Sobre mí

Mi viaje con el yoga comenzó a la tierna edad de 7 años, un momento en el que la mayoría de los niños estaban inmersos en cuentos antes de dormir. Sin embargo, en nuestro hogar, se desarrolló una tradición diferente. Mi madre, un alma gentil de sabiduría y amor, nos presentó a mí y a mis hermanos al mundo de las prácticas transformadoras del yoga. En lugar de cuentos antes de dormir, nuestras noches estaban llenas de estiramientos suaves, respiraciones tranquilizadoras y momentos de movimiento consciente acompañados de risas tontas, todo guiado por un pequeño y apreciado libro de yoga en la mesita de noche.

Lo que comenzó como un ritual antes de dormir se convirtió en el punto de partida de mi exploración de por vida del yoga, mi verdadera afinidad por el yoga floreció como un viaje personal. En mis clases, te invito a embarcarte en tu propia exploración, entendiendo que el viaje de cada persona es único. Ya sea que seas un principiante o un yogui experimentado, eres bienvenido en un espacio que es respetuoso y solidario.